jueves, 3 de noviembre de 2011

Cuando amas

En los tiempos en los que vivimos el amor está pasado de moda. Como quién dice, entramos en una era de sensacionalismos baratos y conformismos extraños. Estamos descubriendo nuevos ángulos desde los que enfocar la vida, que, aunque no lo aparente, sigue siendo la misma.


Lucháis, y sí, no me incluyo, desesperádamente por ser hipócritas, tal y como la sociedad os inyecta; y de tal manera decís amar tanto y a la vez despreciar que dais la impresión de ser simples objetos de escaparate, esperando, con la baba caída, que la ley de oferta y demanda os favorezca.


Esto no es una crítica ni muchísimo menos, esto es un epitafio, un último adiós a todo eso que pudo ser y no fue. Hablo de sentimientos, pero más concretamente del amor.


Ahora mismo, querido lector, tendrás una idea totalmente equivocada del tema de mi réquiem que no es el amor tal y como lo conoces, sino tal y como lo conozco.


"Iba paseando por la calle a oscuras, en una zona levísimamente transitada cuando de repente, casi sin poder imaginarlo, surgió un momento que llenó de amor mi corazón. Una buganvilla de tonos anaranjados había dejado que una de sus ramas verdes, mecida por el viento y la lluvia de media noche, surcara la piel que habita desde mi barbilla a mi nuca."



Amor por la lluvia, por la buganvilla, por el tacto, por la noche y por el día, por los chasquidos y todo el amalgama de sonoridad, por los olores, por las pisadas que encaminan tu vida hacia la incertidumbre vacía y absoluta. Amor por seres inimaginables, o sí, por nubes, por vientos, por mareas o por simples piedras de mar.


Ya nadie sabe lo que es amor, porque el amor murió en el momento en que cada cual vendió su alma. A los que no lo hicieron se les suele llamar locos.



¿Quién eres tú para llamarme loca, si pasas tu vida sin siquiera pararte a observarla?


Lady Marion por Defecto

1 comentario:

  1. Increíble. El amor está en todas partes, en cada pequeño detalle, en cada caricia del viento, en cada sonrisa, en cada latir, en las hojas cuando caen o las olas del mar cuando rompen en la orilla.

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