lunes, 3 de octubre de 2011

Llorando por sentimientos ajenos.

Lloro ahora, por sentimientos ajenos, que, sin darme cuenta, ahora también son los míos; casi sin darme cuenta. Como si una corriente de aire hubiese entrado en mi habitación y se hubiera colado entre mi pelo, entre mi ropa.


Lloro por sentimientos ajenos, que no son míos; que son míos ahora, pero que no los serán cuando pase algo de tiempo. Sin embargo, esa persona que nunca sabrá que escribí esto por ella, tendrá que quedarse con estas lágrimas que no ha llorado; y con las propias suyas.


Es empatía, sí, pero es algo mucho más profundo también. Es saber que la vida es ese engranaje, esa factoría de seres, que nos hace a su antojo y desantojo. A unos con "suerte", a otros con vida y a otros sin vida, a otros con medios o sin ellos, a algunos con fuerza. A algunos les toca no tener fuerzas para esquivar los roces mezquinos de las circunstancias.


Si tan sólo pudiese entrar en tu mente y saber qué necesitas que te diga.... Si tan sólo pudiera conseguir que te abrieras a mí...
Si tan sólo pudiera ayudarte.
Parece que a las personas de mi alrededor no les parece bien lo que pretendo decirte, que no está incluido en todas estas palabras sin significado fuera de la sensibilidad, porque es demasiado intenso, demasiado extenso, demasiado íntimo. Sería por mi parte un salto al vacío y podría (previsiblemente) morir en el intento, rompiendo todo lo que llevo de otros en mi interior, o caer contra el agua como un pez, fluyendo en una parábola, para luego surgir otra vez a la superficie, bañada en lágrimas de dos, o tal vez tres pares de ojos.


Ojalá algún día se me den las circunstancias y se te den las circunstancias. Ojalá dejes ese estúpido caparazón de tortuga de cinco años, hace 20 que pasó de moda. Ojalá aprendas a brillar. Ojalá descubras la felicidad.


Att. Lady Marion por Defecto

4 comentarios:

  1. Has probado a comentárselo, o hablarle seriamente con esa persona?
    Te ayudara a ti y a esa persona, hará que por lo menos se sienta acompañado con ese problema y si se lo toma a mal pues por lo menos se lo pensara seriamente aunque lo niegue.

    Saludos histericos

    ResponderEliminar
  2. ¿Y si te dijera que escribí la entrada porque me la inspiró esta foto?

    http://4.bp.blogspot.com/-7J6LsepcK6s/ToodfQyiCkI/AAAAAAAAAJQ/v4d9OkSDv9M/s320/autist2.jpg

    ResponderEliminar
  3. Pues una de dos, estamos ante una sublime escritora o lo mas probable es que sientes lo que has escrito.
    Me decanto por la segunda opción, ya que entre tanto párrafo se nota el resurgir de sentimientos.

    ResponderEliminar
  4. ¡Claro que no soy una sublime escritora! Sólo soy capaz de sacar sensaciones de circunstancias ínfimas, pues realmente lo siento. Y luego además soy capaz de plasmarlo en un escrito, con las palabras más o menos acertadas. Todo esto es una práctica de lo que algún día será otra cosa.

    Saludos

    ResponderEliminar