miércoles, 26 de octubre de 2011

Relato III

Estoy aquí, escuchando un vídeo cualquiera de Youtube y, de repente, sin previo aviso, advertencia, notificación, sin previa señal o signo se presenta en mi mente esa imagen. Y se entremezclan en mi mente todo eso que fue aquella tarde y todo eso que es ahora aquella tarde. Como cuando derramas una botella de vino en la pecera del gato.

Y estoy yo aquí, y estábamos tú y yo allí en ese entonces en ese lugar que era. Medio lloviznaba y veníamos de la tetería, como siempre. Siempre veníamos de la tetería, de probar una mezcla nueva de infusión, o de probar una nueva variedad de té, o de probar una nueva perspectiva de la tetería, cambiándonos siempre de mesa.

-¿Dónde nos sentamos hoy?

-Nos sentamos en las alfombras. Hoy llueve.

-Y ¿Qué tiene eso que ver?

-Mucho, señor mío.

Deslicé mis manos frías, heladas, por tu cuello cálido, y un escalofrío se trasladó desde tus pies a tu barba. Deslicé mis labios,fríos, sobre los cálidos tuyos y empecé a hablarte sobre la lluvia; sobre la sonoridad que tenía sobre mi piel desnuda cuando me tumbaba en el patio para que me mojase la espalda; sobre el olor que desprendía mi pelo humedecido por ella; sobre el color que se le quedaban a mis ojos empapados de lluvia; sobre los movimientos parabólicos que trazaban mis pies en las losetas de barro cuando la lluvia me mojaba, desnuda, sobre el suelo. Desnuda sobre el suelo, haciendo el amor con la lluvia.

Entonces agarraste mi cintura y me apretaste fuerte contra tu pecho, aplastándome las piernas contra tus caderas, dada nuestra postura en la alfombra, pero a ti te daba igual. Apretaste igual de fuerte durante no sé cuánto tiempo y mis brazos, como los de una muñeca, se habían quedado en una postura prediseñada. Parecía como si estuvieses abrazando a un maniquí inerte y vacío. Aunque las apariencias engañan demasiado a menudo, y yo siempre he sido bastante distinta a lo que aparento. En realidad algo estaba creciendo dentro de mí, y no vayáis a creer que era una bonita flor en mi tripa, no, era un horrible alien que algún tiempo después se volvió en contra de nosotros, pero bueno, eso ya es otra historia.
Estaba hablando de mis manos inertes, con los codos flexionados, como a medias de un abrazo, con mi pelo enredado en sus manos con mi cintura. Y yo con mis manos inertes ahí, como una idiota, pensando en un millón de cosas. Puede que sólo pasaran dos milésimas de segundo, no lo sé

Pero algo ocurrió entonces, respiré hondo y por mi nariz, aplastada contra tu camiseta, entraron tus aromas; y se me llenó la mente de ellos, porque a mis brazos volvió a llegarle corriente sanguínea y te acariciaron sin tapujos, te abrazaron.

¡Pero salíamos de la tetería! ¡Sí! Cuando salíamos de la tetería fuimos a la playa en coche ¿Recuerdas? Nos medio lloviznaba y tú no querías llenarte los zapatos de arena, aunque yo me moría por revolcarme en ella y enredarte el pelo con las conchitas que me fuera encontrando, como si fueras un pirata.

Recuerdo que nuestras mentes crearon ¡al menos un millón de universos esa tarde! Luego los plasmamos en múltiples ocasiones ¿verdad? Recuerdo no haber hecho fotos aquella tarde, pero no las necesito, tengo mi memoria sensorial, mi histeria emocional.

No sé qué hicimos después de perdernos durante horas en la playa. Seguramente nos perderíamos durante horas entre las sábanas.


Lady Marion por Defecto

4 comentarios:

  1. "Nos medio lloviznaba y tú no querías llenarte los zapatos de arena"

    Imagen preciosa.

    Tengo una duda, el relato está bien, pero, me gustaría saber por qué repites ciertos elementos, con qué fin. Si lo haces sin querer, te mataré, pero sin esa información mi crítica se queda aquí.

    ResponderEliminar
  2. Los repito porque quiero hacerles énfasis, como tú muy bien sabrás. Aunque es cierto que de la manera que escribo no se sabe muy bien si soy una idiota empedernida o una escritora con unos ojos un tanto diferentes :)

    ¡Me encanta haberte hecho llegar una imagen!

    ResponderEliminar
  3. Simplemente embriagante.

    ResponderEliminar
  4. Transmitir emociones me emociona. Gracias por abrir tu receptor :)

    ResponderEliminar